Estrenar nuevo modelo, ahorro de tiempo y preocupaciones y tener la libertad de elegir


Renting: razones para estrenar coche cada tres años sin ‘pasar por caja’

Cambian los coches, la tecnología, los motores. Cambian las ciudades, la conducción, la movilidad. Cambian las modas pero, por encima de todo, la vida. El cambio es la única constante que nos acompaña y nos recuerda que nada permanece. Lo que antes era vital, ahora es prescindible. Lo que ayer era una obligación, hoy no es tan urgente. Necesidades que mutan y que a la hora de comprar un coche a menudo han sido sinónimo de renuncia. Hasta hoy.

Elegir un coche es una decisión importante, para empezar porque la mayoría espera comprar un coche y que dure. Y en ese tiempo-espacio vital todo puede suceder: un viaje, una ruptura, un hijo (o más), un nuevo trabajo, un perro, un traslado, un ascenso… El coche es un escenario común que adolece de lo más necesario: libertad para escoger sin ligarnos solo a un posible estado. Una especie de dictadura del ‘por si acaso’.

(Getty Images)

Un modelo: todas las variables

Una solución perfecta para los periodos de cambio, previsibles o no, personales o ajenos (lo que ayer contaminaba, hoy no tanto y viceversa) es el renting, que se alinea en un nuevo modelo de consumo a medida de las circunstancias y donde la libertad, las aspiraciones del presente y la flexibilidad son claves. El mercado, en definitiva, abraza las variables y las eleva hasta lo más alto.

En concreto, el renting de vehículos para clientes particulares se ha disparado casi un 96% en el último año al haberse doblado prácticamente el parque de coches vendidos con esta fórmula alternativa a la propiedad tradicional. Son cifras de la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER) que confirma que las personas físicas, que incluyen a autónomos y particulares, acumulan hasta 43.537 vehículos, casi el doble de los que había al finalizar el primer semestre de 2017.

El coche es un escenario recurrente que adolece de lo más necesario: libertad para escoger sin ligarnos solo a un modelo, solo a un posible estado

La libertad de escoger no está en venta

La vida te da sorpresas y no siempre un coche encaja en lo que deparan sus planes. Poder contar con un vehículo que se adapte a cualquier cambio de rumbo es una alternativa que cada vez cuenta con más adeptos.

Lo cierto es que esta alternativa a la compra tradicional se ha posicionado como una fórmula cada vez más solicitada por particulares que no quieren comprometerse a medio o largo plazo con un vehículo, ya sea por necesidad o convicción.

El renting de vehículos para clientes particulares se ha disparado casi un 96% en el último año, según cifras de AER

Coche sin ataduras

El renting también está pensado para todos los particulares que necesitan una nueva fórmula de tener un coche, sin ligarse a él los próximos 7-8 años, y sin que eso signifique una renuncia. A su alcance: la libertad de escoger qué coche conducir en cada momento; Según las circunstancias y las necesidades.

Entre todas las ventajas, hay cinco razones por las que rendirse a los pies del renting. Quizá la primera, y más atractiva, sea estrenar nuevo modelo en tres años, cuatro o cinco años. Un reset necesario que el conductor ha aplaudido. La posibilidad de estrenar un vehículo siempre actual y en perfecto estado, con la última tecnología, incluyendo el mantenimiento y todas las averías, garantía, asistencia en viaje e incluso un seguro a todo riesgo, mantenimiento e impuestos incluidos.

(Otras fuentes)

En segundo lugar, el ahorro de tiempo y dinero. Se simplifica y optimiza todas las gestiones al incluir todos estos servicios en una única cuota. Y si es una empresa también recibirá una única factura y podrá beneficiarse de ventajas fiscales.

La tercera es que, a la hora de pagar, la flexibilidad se vuelve a imponer fijando la cuota que más se adapte a sus circunstancias para que, sin imprevistos, elija cuánto quiere pagar mensualmente.

En cuarto lugar,  y último, que el nuevo feliz no propietario no tiene que aportar entrada . Razones que rompen con el tradicional modelo de compra en el que el valor no está en el precio sino en la libertad de elegir -y estrenar-.

Fuentes: La Vanguardia

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